Notas |
- Libro 44 de Matrimonios, folio 36, de la Iglesia de la Santa Cruz (Cádiz):
En Cádiz, 16 de mayo de mil ochocientos quince años, yo, Fray Diego Sabino, Presbítero, religioso Franciscano Descalzo, habiendo precedido lo dispuesto por el Santo Concilio de Trento, Reales Pragmáticas, mandamiento del Sr. provisor, y anuencia del infrascripto Cura Semanero, desposé por palabras de presente, que hicieron verdadero y legítimo matrimonio, a Dn. Domingo María Rancel, Capitán primero del Real Cuerpo de Ingenieros, natural de la isla de Lanzarote, en las Canarias, hijo legítimo de Dn. Matías Rancel, y de Dª Antonia Hernández de la Cámara, súbdito de la Jurisdicción Castrense, con Dª Francisca Javiera Pintado González, natural de esta Ciudad, hija legítima de Dn. Diego Pintado, Comisario de Guerra que fue, ya difunto, y de Dª Vicenta González; a que fueron testigos Dn. Cipriano Josef González, y D. Antonio de Rivas, vecinos de esta Ciudad, y lo firmo ut supra. = Y por fallecimiento del celebrante lo firmo como Cura Semanero, Antonio Romero.
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[Transcripción enviada por Rosi Jorge Hernández, de Las Palmas de Gran Canaria, en enero 2001, de datos que se hallan en Las Palmas: El 16 de mayo de 1815 casó en Cádiz el Teniente Coronel, Capitán 1º del Real Cuerpo de Ingenieros Dn Domingo Rancel Hernández de la Cámara, natural de Lanzarote; hijo de Dn Matías Antonio Rancel y Antonia Hernández de la Cámara y Naranjo, natural de la isla de Gran Canaria; y Dª Francisca Javiera Pintado y González, natural de esta ciudad, Cádiz, hija del Comisario de Guerra honorario de la Real Armada Dn Diego Fernández Pintado y Gamonales, y Dª Vicenta González y Rapado, naturales de esta ciudad de Cádiz].
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"El Universal" (Madrid), 27 nov. 1821, no. 331, pág. 1:
"Por el correo de este dia hemos recibido de Cádiz los dos impresos siguientes:
A la diputación permanente de las Cortes.
"El fatal porvenir que la diputación de esta provincia anunció á esa diputación permanente en la representación, que por extraordinario le dirigió en la noche de ayer, se ha verificado, sino con los horrorosos estragos á que ha dado lugar el ministerio, al menos de un modo sensible para todo pacifico ciudadano, que solo apetece el orden, el sosiego y la seguridad, pues en el momento que se esparció la voz de la venida en posta del barón de Andilla para encargarse del mando militar de la provincia y el gobierno de esta plaza, se conmovieron sus habitantes corriendo á las autoridades para que no permitieran aquella disposición del ministerio, fundados en que cualquiera que fuese la conducta particular del barón de Andilla, como hombre público y privado , nada se sabia de su adhesión al sistema constitucional, y mucho menos de haber dado pruebas positivas, que lo recomendasen para fiarle este punto, el más interesante de la nación. Este justo clamor se aumentó sobremanera cuando el público se informó de las partículares circunstancias que habían concurrido en aquella disposicion del gobierno: ellas son de tal modo capciosas, que no solamente deshonran los elevados puestos que ocupan los ministros, sino que han hecho una ofensa de la mas grave responsabilidad á la buena fe y dignidad real, que jamas pudo querer que ministros de su confianza, hicieran con sus manejos vacilar la que de S. M. ha hecho la nación por su fé y juramento.
Ello es, que los diputados en cortes por esta provincia, fueron los comisionados por las autoridades civiles y militares de ella para entregar las representaciones que se han dirigido al rey pidiendo la deposición de los ministros, y que se encargasen en el mando de esta provincia y en el gobierno de Cádiz, hombres adictos al sistema constitucional según está decretado: y cuando los diputados, después de haber cumplido sus deberes, y entrado en conferencias con los ministros para saber la resolución de S.M. y comunicarla á la provincia como se le había encargado, y era de justicia, esperaban recibir de ellos la contestación final con la franqueza y claridad que exige un gobierno justo, les ocultó la venida á toda diligencia del barón de Andilla, como quien intenta una sorpresa ó golpe de mano , semejante al que pudiera concebir y ejecutar un general astuto para apoderarse de una plaza enemiga, ó como ya lo hizo otra vez el general Villavicencio , trayéndole las cadenas del despotismo. Esta conducta para con los diputados, y para con la ciudad de Cádiz, ha puesto el sello, y ha servido de prueba irrefragable á cuanto la nación toda ha dicho del ministerio, considerándolo enemigo de sus instituciones y de sus libertades, de forma, que aun cuando no hubiesen cometido mas que esta felonía, ella autoriza á todos los pueblos para no confiar en los ministros actuales, y para no obedecer con razon, las órdenes, que por conducto de ellos se comuniquen y puedan comprometer la tranquilidad pública de esta provincia, puesto que la suprema ley es la conservación de la salud y libertad de la patria. La diputación permanente como tan interesada y decidida por la seguridad nacional, es preciso se convenza de la inevitable resistencia que con tan sagrado motivo hace esta provincia para no cumplir ninguna orden que en aquel concepto venga por cualquier ministerio que no haya dado pruebas positivas de su firme adhesión al sistema constitucional. En esta inteligencia, y en la de que no es fácil bosquejar el grado de indignación en que se halla esta ciudad por los motivos indicados, esperamos que para evitar las consecuencias funestas que ya se tienen á la vista, se sirva poner en ejercicio todas las facultades que en circunstancias de este tamaño le concede la constitución, redimiendo á la patria con este singular servicio de nuevos y mayores males de los que hasta ahora ha sufrido.
Con tal propósito, y el de que le exija á los ministros la responsabilidad conforme á la constitución, por culpa de tanta trascendencia , las autoridades todas existentes en esta capital , dirigen á la diputación permanente esta exposicion por extraordínario por la urgencia del motivo.
Cádiz a las dos de la madrugada del 17 de noviembre de 1821.
Manuel Francisco de Jáuregui, jefe superior político,=:José Carlos Bustamante, provisor y vicario general =Director de ingenieros José de Sierra.—Juan José Sánchez, intendente.= Pedro Juan de Zuloeta, diputado provincial y comandante del primer batallón de milicia nacional.= El comandante de ingenieros de la plaza Domingo Rancel.=Félix Trapero, diputado provincial.=Laureano Antonio de Oruña, alcalde tercero, El coronel comandante de artilleria, Antonio Castilllejo.=EI comandante del quinto batallón de la milicia nacional voluntaria, José Vicente Darana.=:Ayudante primero de estado mayor del ejército Vicente Sanchez Cerquero.= Javier de Isturiz , diputado de la provincia.= Él tesorero de ejército Joaquin Rodriguez.=Leonardo Pérez , procurador sindico.=:Juan Bautista de Elejaburu, regidor. =El Comandante de la Princesa Juan Perez.=:Capitan del puerto Esteban de Gomendio. Antonio de Olazarra , regidor.=José Ángulo , cónsul segundo.José Pérez Torroba , regidor.= Andres de Lara , regidor.:=-Joaquin Abreu, diputado de provincia. Francisco Servando Muñoz , regidor y capitan
comandante de la brigada de milicia voluntaria de artilleria.= José Antonio Puyade, regidor. Matias Olave,
regidor.=:Comandante José Gurrea. Sargento mayor de la plaza , teniente de rey interino, José Maria
de Arroyo. Pablo Mateu , regidor y comandante del tercer batallón de milicia nacional voluntaria. Fernando de la Peña , regidor. José Antonio Fernandez Diez, regidor= Sebastian Fernandez Valleza, auditor de guerra. Juan Francisco de Llano, alcalde segundo. Alejo Sagastui, regidor.= EI elector de partido y teniente coronel mayor de voluntarios de milicia nacional Francisco de Iribarren. José Maria Retortilo comandante del cuarto batallón de la milicia nacional voluntaria- Juan José del Cubillo, regidor.
Por la caballería nacional voluntaria Vicente Bertrán de Lis y Rives. Francisco Antonio de Fuentes, procurador sindico.= El comandante de Córdoba Francisco de Reguera.=Sebastian Alejandro Peñasco, comandante del segundo batallón de milicía nacional voluntaria. :Hipólito Vicenti, comisario de guerra de la…” (fin de página)
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En el expediente de pensión de su viuda figura que al morir contaba 41 años y 27 días de servicio. Esto quiere decir que ingresó en el Ejército el 13 de junio de 1799; pero podría tener tiempo extra contabilizado por haber estado en el frente. En una publicación de los Ingenieros Militares de Canarias figura que entró en el Ejército en 1808, al sublevarse España contra la invasión napoleónica. Por entonces tenía 23-24 años.
Se casó en Cádiz en 1815; muy posiblemente estuvo con los Granaderos de Canarias, voluntarios que combatieron en Castilla la Nueva y Extremadura y que posteriormente se retiraron a Cádiz, donde resistieron a los franceses durante el asedio de éstos a la ciudad ["con las bombas que tiran los gabachones, se hacen las gaditanas tirabuzones..."].
En 1823 estaba en Cádiz. Formaba parte del Ejército Constitucional, que defendía Cádiz contra la intervención absolutista francesa ("los Cien Mil Hijos de San Luis"). La dirección de las obras de la línea de San Fernando se le encargó al teniente coronel de ingenieros don Domingo Rancel. El estado de las obras defensivas era de un total abandono, siendo necesarias en la mayoría de ellas importantes reparaciones, las únicas fortificaciones que en aquel momento disponían de artillería eran las baterías de Urrutia y del Portazgo. En un principio se habilitó lo más urgente para garantizar la seguridad del dispositivo defensivo, para posteriormente perfeccionarlo.
Perdida la guerra, España acababa de ser ocupada por los franceses ("Cien Mil Hijos de San Luis") llamados por Fernando VII para restablecer el Absolutismo. Domingo, con el grado de Capitán [¿fue degradado, puesto que aparecía como teniente coronel en la defensa constitucional de Cádiz?], es comisionado por sus superiores (2 de noviembre de 1823) para ayudar a los franceses a levantar el plano de la "Isla de León" (San Fernando). Existe un expediente en el Archivo Histórico Militar de Segovia con la rocambolesca historia (1823 y 1824) de cómo los franceses levantaron el plano, se lo llevaron a Francia e impidieron a los españoles hacerse con una copia. En un principio, los mandos españoles acusaron a sus oficiales -entre ellos Domingo- de dejadez o traición ante el hecho de que los planos habían desaparecido. Al final se demostró que Domingo guardó copia de sus trabajos, aunque extrañamente no los entregó (¿desconfiaba incluso de sus propios mandos, muchos de ellos comprometidos con el Absolutismo y por lo tanto con los ocupantes franceses?). Domingo Rancel fue el que levantó los planos para la zona entre "el Arrecife, Ca.no? del Zurraque y porción del río, hasta la cabeza del Puente de Zuazo".
Ascendió a Teniente Coronel en mayo de 1829, y fue destinado a Canarias como Comandante de Ingenieros de las Islas. Al morir llevaba "11 años, 1 mes y 18 días" como Teniente Coronel.
Después de su muerte se le reconoció a su viuda pensión con grado de Coronel, que le habría correspondido de no haber preferido quedarse en las islas.
-21 julio 1826: tras una "purga", probablemente por haber estado comprometido con el Trienio Liberal de Riego (1820-1823), es rehabilitado.
"El Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra, con fecha de 21 de julio último dice al Escmo. Sr. Capitan general de este Ejército y Reino lo que à la letra copio. «Escmo. Sr., al Sr. Secretario del Despacho de Hacienda digo hoy lo que sigue.=Él Rey S.M. a propuesta del Ingeniero general, se ha servido rehabilitair en el egercicio de sus empleos á los oficiales del Real cuerpo de Ingenieros, comprendidos en la adjunta relación; resolviendo S. M. al propio tiempo, que dichos oficiales pasen a continuar su mérito á las provincias que en la misma se expresa.=:De Real orden lo traslado á V. E., con inclusion dé la indicada relación para su noticia y efectos consiguientes en la parte que le toca.
Relación' de los oficiales del Real cuerpo de Ingenieros que han sido rehabilitados, y pasan á continuar su mérito á las provincias qué a continuación se expresan. El capitan graduado de teniente cororiel D. Domingo Rancel reside en la provincia de Andalucía y pasa destinado a la de Aragón..."
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1830- Padrón parroquial de la Iglesia de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife
[Archivo Diocesano de Tenerife, La Laguna, 1-3-Padrones Parroquiales nº 22]:
Barrio del Sur, Calle de la Noria nº 16:
D. Domingo Rancel, casado, 40 años
Dª Francisca Pintado, casada, 30 años
Vicente, hijo, 14 años
Mateo [sic], hijo, 13 años
Francisco, hijo, 12 años
Tomás, hijo, 9 años
Salvador, hijo, 6 años
Victoriano, hijo, 3 años,
Eduardo, hijo, 7 meses
D. Vicente Pintado, soltero, 36 años
Concepción Madariaga, soltera, 33 años
María Rosario, viuda, 40 años
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Los ingenieros comandantes de Canarias residieron primero en Gran Canaria, y posteriormente en la isla de Tenerife. "Cargo desempeñado entre otros por los siguientes ingenieros militares:
- (cita 6 nombres consecutivos en Gran Canaria, del 16 de mayo de 1571 al año 1686)
- (comienza un listado de los de Tenerife). El número 14 es:
Domingo RANCEL, Teniente Coronel, del 26 de mayo de 1829 a 1841 (sic, aunque murió en 1840). Ingeniero del Ejército ingresado en el Cuerpo en 1808, durante la Guerra de la Independencia.
Teniente Coronel D. Domingo RANCEL: fecha de destino, Real Orden de 26 de mayo de 1829.
Así pues, fue "Comandante de Ingenieros" (Jefe de Ingenieros Militares) de la Provincia de Canarias, del 26 de mayo de 1829 hasta su muerte en 1840. La fecha de 26 de mayo de 1829 parece ser la de su llegada a Canarias y toma de posesión del mando. (Documentado en pág. 41 y 44 de "Apuntes para la historia de las antiguas fortificaciones de Canarias", de José María Pinto y de la Rosa, obra terminada en 1951 pero editada en 1996 por el Museo Militar Regional de Canarias, C3-6/60 -signatura de la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife).
En la "Historia de las Islas Canarias, 1776-1868", de Francisco María de León y Xúarez de la Guardia.
(Edit. Aula de Cultura de Tenerife, 1978), la pág. 358 recoge la lista de Comandantes de Ingenieros de Canarias:
"1814 - Dn. Ramón de la Rocha
18.. [ignora la fecha] - Coronel Dn. Domingo RANCEL (falleció el 11 de julio de 1840 [sic, en realidad falleció el 10 de julio])
[es el último que menciona]."
El Boletín Oficial de Canarias (nº 54, pág. 215 y 216) del sábado 6 de diciembre de 1834 publica la noticia de que el pasado lunes -1 de diciembre- han comenzado las obras del camino de Santa Cruz a La Laguna, dirigidas por "el zeloso (sic) y activo Comandante (es decir, Jefe supremo) de Ingenieros de la Provincia de Canarias el Coronel Don Domingo RANCEL".
En 1837 se crea la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Santa Cruz de Tenerife (¿4 de julio?). Domingo Rancel es no sólo miembro fundador, sino que es nombrado director sustituto de la sociedad, siendo Joaquín de Villalba el director titular.
"El 5 de septiembre de 1839, el Marqués de la Concordia, [Comandante General de Canarias] Presidente de la Junta Superior de Fortificación de Canarias, dirigió oficio al Sr. Coronel Comandante de Ingenieros de la Provincia, D. Domingo RANCEL, diciéndole que por haberse caído una muralla de la Batería del Buen Ayre (sic) [en Las Palmas], y estar el resto próximo a su completa ruina, vistos los informes que opinan la mala situación de aquel fuerte, ...ordena que se abandone y se recojan algunos efectos que puedan ser útiles". ( "Apuntes para la historia de las antiguas fortificaciones de Canarias", de José María Pinto y de la Rosa, pág. 196 y 197).
Como Comandante de Ingenieros de Canarias, Domingo RANCEL debió ser el máximo responsable de la construcción del Paseo del Marqués de la Concordia, en 1838 en Santa Cruz de Tenerife, al borde del Barranco Santos -paseo más tarde reconstruído a finales del siglo XX.
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"Historia del Puerto de Arrecife", de José Agustín Álvarez Rixo (1796-1883).
Capítulo 4, nº 5. :
Menciona la torre de la iglesia de San Ginés, de Arrecife, y la rivalidad entre Teguise y Arrecife que hace que los vecinos de una y otra localidad se critiquen unos a otros las torres de las respectivas iglesias. Sobre la torre de la iglesia de San Ginés, dice "...no sé quién hizo el diseño de la de abajo [de Arrecife], sólo sé que el coronel de ingenieros Don Domingo RANCEL llegó a formar uno que pareció demasiado costoso al vecindario..."
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Murió el 10 de julio de 1840. El 3 de Marzo de 1841 hay una Real Orden de destino para Luis Muñoz y Fernández Vázquez; y para Juan Bautista Fonsich (Ponsich?) de San Joan (que aparece como sucesor de Domingo Rancel en la Jefatura de Ingenieros) hay Real Orden de 8 de enero de 1843.
Tras su muerte, su viuda reclama que se le reconozca como Coronel, ya que era "Coronel graduado". Cuando cumplió 9 años en el empleo de Teniente Coronel pudo haber pedido abandonar las islas y regresar a la Península, con lo que hubiese ascendido a Coronel. Pero no lo hizo, y como señala el expediente, ello fue "en bien del servicio" dada la falta de oficiales en aquel momento (Guerras Civiles Carlistas). Por ello termina por reconocérsele a su viuda "y a sus nueve hijos" [tenía diez vivos al morir] el derecho a considerarlo Coronel en la fecha de su muerte (reconocimiento que llegó en 1846). [Datos existentes en el Archivo General Militar, Segovia].
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Libro 9 de defunciones, Parroquia del Sagrario de la Catedral de Santa Ana, folio 221.
Don Domingo RANCEL, testó ante Don Francisco Cabrera, Escribano Público.
En Canaria, ciudad de Las Palmas, a la una de la noche del día diez de Julio, año del Señor de mil ochocientos cuarenta, falleció el Señor Coronel y Comandante de Ingenieros de esta provincia Don Domingo RANCEL, a los cincuenta y seis años de su edad. Murió a resultas de un pie engangrenado.
Natural de la Villa de Teguise en la isla de Lanzarote. Hijo legítimo de Don Matías RANCEL y de Doña Antonia HERNÁNDEZ de la CÁMARA y NARANJO, es estado casado con Doña Francisca FERNÁNDEZ PINTADO, hija legítima de Don Diego FERNÁNDEZ PINTADO y de Doña Vicenta GONZÁLEZ, naturales de la ciudad de Cádiz. De cuyo matrimonio dejó diez hijos llamados D. Vicente, D. Matías, D. Francisco, D. Tomás, D. Salvador, D. Victoriano, D. Eduardo, D. Domingo, Dña. María del Pilar y Dña. María de la Concepción.
Recibió los santos sacramentos del Sagrado Viático y Extrema Unción.
Hizo testamento ante Don Francisco Cabrera, Escribano Público de este municipio el día diez de julio de mil ochocientos cuarenta. Instituyó por sus herederos a los referidos hijos y a su esposa mejorada en lo que permitan las leyes; y por albaceas a la referida su Esposa y curadora Doña Francisca FERNÁNDEZ PINTADO, al Presbítero Don Francisco DÏAZ y al licenciado Don Antonio BUSTAMANTE.
Dio su alma a Dios en la comunión de Nuestra Santa Madre Iglesia, y al siguiente día su cuerpo cadáver fue sepultado en el Cementerio General de esta capital, precedidas las exequias de cuerpo presente que se le hicieron en el Sagrario de esta Santa Iglesia Catedral, y el capellán del dicho cementerio le hizo oficio de sepultura, y lo firmé.
Firma: Agustín Sánchez, colector.
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ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS
Fondo: Protocolos notariales
Sección: Las Palmas
Fondo del Escribano Francisco Cabrera, legajo nº 2182, cuaderno 3º de instrumentos públicos para este año de 1840. Asiento 180.
En el Nombre de Dios todopoderoso, Amén!
Sepan cuántos esta carta de mi testamento y última voluntad vieren, como yo, Don Domingo Rancel, Coronel y Comandante del distinguido Cuerpo de Ingenieros de esta Provincia, residente en esta isla de Canaria, hijo legítimo de Don Matías RANCEL [y Don Matías RANCEL -sic la repetición] y Doña Antonia HERNÁNDEZ de la CÁMARA y NARANJO, natural el primero de la isla de Lanzarote y la segunda de Canaria, hallándome como me hallo enfermo en cama, pero sano de la voluntad en su entero juicio y entendimiento natural, aquél que Dios se ha servido darme, creyendo en los Santos Misterios como verdadero cristiano, cuya religión he profesado y profeso, temiéndome de la muerte como cosa natural a toda viviente criatura no me asalte de repente y queriendo por lo mismo dejar mis cosas arregladas, otorgo éste mi testamento en la forma y manera siguiente:
- Dejo mi funeral y entierro a disposición de mis albaceas que nombraré, y todo el bien que se haga por mi Alma, que así es mi voluntad.
- Dejo a las mandas forzosas casas santas dos reales vellón a cada una, y doce y medio de la misma clase a las viudas y huérfanos de la Guerra de la Independencia, según Real Orden con que las separo de mis bienes.
- Declaro que sucedido mi fallecimiento se me entierre según costumbre y con arreglo a la clase y empleo en el cementerio de esta ciudad que señalo para ello.
- Soy casado y velado con la Señora Doña Francisca PINTADO, y durante nuestro matrimonio hemos procreado diez hijos llamados Vicente, Matías, Francisco, Tomás, Salvador, Victoriano, Eduardo, Domingo, María del Pilar y María de la Concepción, declarados por tales mis hijos y de la dicha señora.
[En 1897 aparece la muerte de otro hijo, en Cádiz, llamado "Emilio". ¿Era Eduardo?].
- Los bienes que tengo por herencia de mis padres se hallan en la isla de Lanzarote, que son unas casas en la Villa [Teguise], un cortijo en Tiagua, con otros bienes que resultarán de la partición que se haga entre mis hermanos.
- En fuerza de la ley que me lo dispensa mejoro por el presente a la dicha Señora Doña Francisca PINTADO en el Quinto de todos mis bienes, derechos y acciones y sucesiones legítimas, a quién nombro por su arreglada conducta por tutora y curadora de los dichos mis hijos, reelevando la defianza y por administradora de sus hijos ausentes. Prohibiendo todo inventario y sólo se haga una descripción de bienes con asistencia de mi consorte, Don Francisco MAS y el presente Escribano, sin más aparato.
- Y para pagar y cumplir este mi testamento y todo lo en él contenido nombro por albaceas testamentarios a la dicha Señora mi consorte, al Presbítero Capellán del Regimiento de Albuera Don Francisco MAS y al Licenciado Don Antonio RUIZ BUSTAMANTE, a quiénes juntos e in solidum doy el poder que de derecho se requiera para que entren en mis bienes y de lo más bien parado de ellos vendan y dispongan lo que sea bastante para cumplir lo que llevo determinado, y les dure la facultad todo el tiempo que necesiten.
- Y para después de cumplido y pagado éste mi testamento, mandas y legados, instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos a los dichos mis diez hijos de los bienes presentes y futuros para que los hayan y hereden por iguales partes con la bendición de Dios y de la mía.
- Y por el presente revoco, anulo y doy por ningunos y de ningún valor otros cualesquiera testamentos, memorias, codicilos u otras disposiciones que antes de éste haya hecho por escrito o de palabra, que quiero no valgan ni hagan fe; salvo el presente que ahora otorgo por mi última voluntad en esta Ciudad Real de Las Palmas de Canaria, a diez de julio de mil ochocientos cuarenta años.
- Y el otorgante, a quien yo el Escribano Público doy fe conozco, y aunque está grave, al parecer en su entero y cabal juicio según el concierto de sus palabras. Así lo dijó, otorgó y no firmó por el temblor de su mano derecha. Hízolo a su ruego un testigo que lo fueron presentes el Presbítero Don Manuel ROMERO, Don Francisco Miguel NARANJO, Don Manuel PÉREZ, Don Manuel MONTESDEOCA y Don José ARENCIVIA [sic], vecinos de esta ciudad.
- Certifico que al tiempo de la otorgación y lectura de este testamento le pregunté al Señor Don Domingo si quería que lo leyera y respondió que no, más tomó la pluma para firmarlo en concepto de lo que había manifestado, ante el Teniente Coronel Joaquín PONS, Don Luis PONS y Don Francisco MAS, Capellán del Regimiento de la Albuera, vecinos de esta Ciudad.
Firmas: Joaquín Pons; Francisco Mas; Luis Pons; Francisco Cabrera, Escribano Público.
NOTA AL MARGEN.-
- Di copia de este testamento en papel del sello tercero, Canaria y julio 26 de 1840.
- Di segunda y tercera copia de este testamento en papel del sello tercero, hoy 23 y 24 de agosto de 1840.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ "Llegó a dirigir los trabajos de construcción del muelle en la Caleta de San Telmo, en Las Palmas, en cuyos trabajos le sorprendió la muerte."
(Historia de Teguise)
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REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA, ESPAÑA:
http://dbe.rah.es/biografias/domingo-maria-rancel-hernandez
"Rancel Hernández, Domingo María. Teguise, Lanzarote (Las Palmas), 1790 – Santa Cruz de Tenerife, 11.VII.1840. Coronel de Ingenieros y coronel del Ejército.
Hijo de Mathías Antonio Rancel de Abreu, escribano de Guerra y Marina, y de Antonia Hernández de la Cámara Suárez-Naranjo. Ingresó en el Ejército como cadete del Regimiento Provincial de Lanzarote, del que posteriormente pasó al de Infantería Imperial del Rey, en el que llegó a ser subteniente.
El 9 de junio de 1808, al iniciarse la Guerra de la Independencia, ingresó en el Cuerpo de Ingenieros Militares como ayudante, siendo destinado al Ejército del Centro. En 1809 fue ascendido a teniente y en enero de 1810 pasó al de la isla de León (Cádiz). Promovido a capitán de Ingenieros, en marzo de 1811 estaba integrado en el Primer Ejército y, a su paso por Valencia, quedó en el 2º Ejército, en el que se mantuvo hasta el 9 de enero de 1812 en que fue hecho prisionero, al producirse la capitulación de Valencia. Conducido a Francia permaneció allí hasta mayo de 1814.
Una vez vuelto a España, al ser liberado y debidamente justificada su conducta política y militar, Rancel era nombrado profesor de la Academia del Cuerpo, en Alcalá de Henares. En marzo de 1815 fue destinado a la Dirección de Andalucía y el 30 de mayo de ese año, era ascendido a teniente coronel del Ejército (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas: una, la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad). Posteriormente, pasaba nuevamente a servir en la isla de León. En 1818 levantó el Plano y perfiles del Castillo de Santa Catalina, castillo que había sido construido a finales del siglo XVI por el ingeniero Cristóbal de Rojas.
Cuando se produjo la entrada en España del ejército llamado “Cien mil Hijos de San Luis”, en abril de 1823, para reponer a Fernando VII en el absolutismo, Rancel formaba parte del Ejército Constitucional. Encargado de las defensas en San Fernando, en el sitio de Cádiz, después de inspeccionar la “Línea”, informaba de que las únicas baterías con artillería eran la del Portazgo y la de Urrutia. Del resto de la línea señalaba que solo quedaban restos de lo construido en la guerra anterior (de la Independencia). Al producirse la batalla del Trocadero (31 de agosto de 1823), caía prisionero y conducido nuevamente a Francia. Ese mismo año era licenciado indefinidamente, en tanto no se aclararan sus fidelidades políticas a través del correspondiente proceso de “purificación”. Resuelto a su favor en mayo de 1826, se reincorporaba al ejército, con destino a la Dirección Subinspección de Aragón. El 22 de mayo de 1829 ascendía a teniente coronel y destinado a Canarias, tomando posesión de su jefatura el 26 de mayo. En 1830 (R.O. de 14 de noviembre de 1830) era promovido a coronel de Ingenieros.
Entre 1828 y 1830, ante la importancia que iba adquiriendo Puerto de Cabras (actual Puerto Rosario), el general Francisco Tomás Morales, comandante general de las islas Canarias y presidente de la Real Audiencia, ordenaba a Domingo Rancel que formase un plano para erigir una fortaleza que no llegó a construirse. En 1837 la Diputación Provincial habilitó al Puerto de Cabras para el tráfico extranjero, al tiempo que solicitaba a la Junta de Fortificación que habilitase fondos suficientes para construir una fortaleza para la defensa de dicho Puerto. En esa fecha era comandante general de Canarias Juan Manuel Pereira, marqués de la Concordia, quien ordenaba a Rancel que proyectara una batería para defender Puerto de Cabras. Junto al proyecto levantó el plano de la costa para situar la batería y el plano de la naciente ciudad.
Siguiendo con su actividad como ingeniero, el 27 de febrero de 1837 el ayuntamiento de La Laguna decidió acometer las obras del desagüe y nivelación de la laguna que en verano se convertía en una zona pantanosa con aguas estancadas. Para tal fin se contó con el asesoramiento de Rancel, quien quedó a cargo de realizar el estudio de drenaje y nivelación del llano. Se construyeron zanjas que desaguaban en el barranco de las Carnicerías. En ese mismo año, el 27 de mayo de 1837, se constituyó la “Comisión Científica y Artística con el fin de calificar las obras que merezcan ser conservadas y que se coloquen en edificio a propósito para servir a su tiempo de Biblioteca y Museo”, de la que formó parte como vocal, el coronel y comandante de Ingenieros de la Provincia, Domingo Rancel.
En septiembre de 1839, el marqués de la Concordia, presidente de la Junta Superior de Fortificación de Canarias, dirigió oficio Rancel, diciéndole que “por haberse caído una muralla de la Batería del Buen Aire [isla de Gran Canaria], y estar el resto próximo a su completa ruina, vistos los informes que opinaban la mala situación de aquel fuerte que lo fugante de sus fuegos no pueden defender el desembarcadero del Confital, así como que es inútil y perjudicial su reparación, ordena que se abandone y se recojan algunos efectos que puedan ser útiles…”. Este oficio fue enviado un año antes de la muerte de la muerte de Domingo Rancel.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales.
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